- Dedicar una zona concreta del jardín para hacer allí un huerto de árboles frutales
- Es preferible no sembrar hortalizas a sus pies por la competencia que se crea entre las raíces, pero también se puede hacer.
Durante el invierno una vez que hayan perdido sus hojas, puedes plantar guisantes y lechugas tempranas bajo los frutales. También es posible cultivar especies que no necesiten labores profundas como los ajos y las fresas. - Un jardín de frutales: Los puedes integrar en el jardín como árboles que tienen la doble condición de ornamentales y productivos. Así, los puedes disponer de las siguientes formas:
• En grupos de varios ejemplares: perales, granados, melocotoneros,...
• Plantados aislados: higuera, olivo, nogal,... son árboles que se sitúan normalmente en zonas destacadas del jardín. Un frutal añoso, raro o podado ornamentalmente (pirámide) es un fenomenal punto de interés. - Los árboles de flores decorativas: el almendro, el cerezo, el ciruelo y sobre todo los cítricos.
• Para hacer setos de estilo informal: perales, groselleros o zarzamoras, preferiblemente en jardines rústicos.
• Y como no, el cultivo en maceta de frutales pequeños. Los más indicados son peral, manzano, ciruelo, frambueso, grosellero, granado y cítricos. La ventaja es que se pueden proteger del frío trasladándolos a un lugar más cálido en invierno. - Frutales en jardines pequeños Elige árboles injertados sobre patrones enanizantes que dan lugar a un árbol de pequeño porte. El manzano tiene patrones que te permiten ubicarlo en cualquier espacio por pequeño que sea. En cualquier caso, si dispones de una superficie pequeña lo más recomendable es escoger variedades poco vigorosas.
- Un buen recurso ante poco espacio es guiarlos mediante poda hacia formas planas (abanico, cordones, etc. ). Casi todas las especies admiten este tipo de poda.
- Forma en espaldera: Aprovecha una pérgola o un arco para cultivar parra, kiwi, granadilla, etc.
- El cultivo en macetones. La mayoría de frutales pueden cultivarse en contenedor: cítricos, manzanos, perales, etc. Existen variedades especialmente diseñadas para el cultivo en contenedores. Deberás guiarlos adecuadamente mediante poda. Es muy importante que coloques los tiestos en emplazamientos soleados y protegidos, tanto en patios como terrazas. Los recipientes cuanto más grandes mejor y los riegos y abonados más frecuentes que en tierra. Además, cada 3 años debes sacarlo del tiesto para rellenarlo con tierra nueva y recortar un poco las raíces.
• Si sólo hubiera lugar para un único árbol es esencial elegir un cultivar autofértil, es decir, que sirva para polinizarse así mismo.
lunes, 18 de agosto de 2008
Arboles frutales en tú jardín Riego
Riego
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