Siete consejos para cuidar tus orquídeas
Lo primero que tienes que tener en cuenta es que las orquídeas son plantas diferentes al resto. Tienen necesidades diferentes, especiales, para su cuidado y cultivo
Vamos al grano:
1. Riegalas siempre en las mañanas. A las orquídeas no les gusta dormir mojadas. Si riegas en la tarde o en la noche las expones a que se enfermen con hongos y bacterias.
La cantidad de agua depende del medio de cultivo donde esté creciendo. Generalmente, el coco y las raíces de helecho o materiales similares necesitan menos agua, porque retienen bastante la humedad, a diferencia de las piedras o madera.
2. Asegúrate que están recibiendo la iluminación que necesitan: dependiendo de la especie que tengas, deberás conocer la cantidad de luz que necesitan. Si no sabes, ofréceles una iluminación media y ellas se encargarán de decirte si es mucha luz o poca luz. Generalmente cuando las tienes en condiciones de mucha luz, se queman o se ponen amarillas. Cuando le estás ofreciendo poca luz, las verás de un color verde oscuro.
3. Revisalas periódicamente para detectar plagas. Esto es muy importante. Trata de revisar las hojas, las flores y los tallos, al menos una o dos veces por semana. Con esta sencilla práctica estarás previniéndolas constantemente de cualquier insecto que quiera dañarla.
4. Dales comida. Fertilizantes. Compra un fertilizante de lenta liberación (tiene forma de pequeñas esferas y lo puedes encontrar en los víveros o ferreterías que tengan departamento de jardinería). Aplica una cucharada de este fertilizante cada seis o siete meses.
Coloca una o dos veces por semana algún abono ... como el 20-20-20 o alguno similar, que sea balanceado (la misma cantidad en los tres números), pero mejor pregunta al vendedor.
5. Transplántalas cada dos o tres años. Las orquídeas caminan por la maceta. Cada cierto tiempo, se salen y tienes que cambiarlas para que sus raíces no empiecen a sufrir y para que no pierda estabilidad.
6.Protégelas de la brisa. Algunas detestan la brisa fuerte a su alrededor. En este caso, esta brisa las deseca y las marchita rápidamente. Evita las corrientes fuertes de viento. A las vandas por el contrario, le encanta la brisa, haciéndolas desarrollarse y florecer muy bien.
7. Asegúrate si es terrestre o no. La mayoría de las orquídeas no se siembran en tierra, son muy pocas las terrestres. La mayoría de las que normalmente encuentras en las tiendas de jardinería o que te regalan, son EPIFITAS, no requieren tierra.
Lo primero que tienes que tener en cuenta es que las orquídeas son plantas diferentes al resto. Tienen necesidades diferentes, especiales, para su cuidado y cultivo
Vamos al grano:
1. Riegalas siempre en las mañanas. A las orquídeas no les gusta dormir mojadas. Si riegas en la tarde o en la noche las expones a que se enfermen con hongos y bacterias.
La cantidad de agua depende del medio de cultivo donde esté creciendo. Generalmente, el coco y las raíces de helecho o materiales similares necesitan menos agua, porque retienen bastante la humedad, a diferencia de las piedras o madera.
2. Asegúrate que están recibiendo la iluminación que necesitan: dependiendo de la especie que tengas, deberás conocer la cantidad de luz que necesitan. Si no sabes, ofréceles una iluminación media y ellas se encargarán de decirte si es mucha luz o poca luz. Generalmente cuando las tienes en condiciones de mucha luz, se queman o se ponen amarillas. Cuando le estás ofreciendo poca luz, las verás de un color verde oscuro.
3. Revisalas periódicamente para detectar plagas. Esto es muy importante. Trata de revisar las hojas, las flores y los tallos, al menos una o dos veces por semana. Con esta sencilla práctica estarás previniéndolas constantemente de cualquier insecto que quiera dañarla.
4. Dales comida. Fertilizantes. Compra un fertilizante de lenta liberación (tiene forma de pequeñas esferas y lo puedes encontrar en los víveros o ferreterías que tengan departamento de jardinería). Aplica una cucharada de este fertilizante cada seis o siete meses.
Coloca una o dos veces por semana algún abono ... como el 20-20-20 o alguno similar, que sea balanceado (la misma cantidad en los tres números), pero mejor pregunta al vendedor.
5. Transplántalas cada dos o tres años. Las orquídeas caminan por la maceta. Cada cierto tiempo, se salen y tienes que cambiarlas para que sus raíces no empiecen a sufrir y para que no pierda estabilidad.
6.Protégelas de la brisa. Algunas detestan la brisa fuerte a su alrededor. En este caso, esta brisa las deseca y las marchita rápidamente. Evita las corrientes fuertes de viento. A las vandas por el contrario, le encanta la brisa, haciéndolas desarrollarse y florecer muy bien.
7. Asegúrate si es terrestre o no. La mayoría de las orquídeas no se siembran en tierra, son muy pocas las terrestres. La mayoría de las que normalmente encuentras en las tiendas de jardinería o que te regalan, son EPIFITAS, no requieren tierra.
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